Textos extraídos de cartas escritas por una mujer convencida de que el Cielo era su destino y el mundo, su camino. Palabras sencillas y confiadas, con las que Guadalupe Ortiz de Landázuri abre su corazón y su alma a san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, el Padre, como siempre le llamó.
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Cuando en 1944, Guadalupe, profesora de Química, conoció a san Josemaría, descubrió que Dios le presentaba un camino de santidad en medio del mundo, a través del trabajo profesional. Pocos meses después de aquel encuentro, le dirigió la primera carta encabezada como lo haría ya desde entonces “Padre”, para pedirle ser admitida en el Opus Dei. Esta fue la primera de las muchas que Guadalupe le envió a lo largo de toda su vida, entre 1944 y 1975. Los textos han sido agrupados en cinco capítulos amplios que marcan realidades centrales en la vida de Guadalupe y que pueden iluminar también la vida de las personas del siglo XXI. La selección de los pasajes publicados fue realizada por María del Rincón y María Teresa Escobar.