No puede amarse lo que no se conoce. Muchos cristianos que tienen un conocimiento elemental de Dios y de su Hijo, y que aman realmente a Jesucristo, sin embargo desconocen por completo la esencia de la misa y el significado de sus ritos. Al no conocer, no pueden tampoco amar. Y la misa se vuelve opaca, densa, impenetrable… aburrida. Si fuera una película, diríamos que es preciso ser un héroe para soportar cada domingo la misma película, cuyo comienzo y final son siempre idénticos, en la que no hay acción, ni disparos, ni besos, y en la que lo único que cambia, de un domingo a otro, son unas lecturas difíciles de entender y una homilía que la mayor parte de las veces carece de interés.
Tenemos muchos héroes en nuestras iglesias los domingos. Pero sería preferible llenar de santos los templos. Por eso, este breve libro quisiera aportar al lector medio un conocimiento básico sobre la esencia de la misa y el significado de sus ritos. Sé que son miles los libros que han tratado de proporcionar lo que aquí se ofrece. Tomémoslo como un nuevo intento. Y valdría la pena intentarlo un millón de veces hasta conseguirlo, porque es tan precioso el Don que en la misa se derrama, que inspira mucha lástima el que tantas personas salgan del templo sin haberlo gozado.